sábado, noviembre 06, 2010

.Efecto.

El eco de tu nombre resuena en mis profundidades más mías.
El recuerdo de tus ojos, de tu voz, de tus caricias...hacen que me pierda.
Y me entrego, me entrego irremediablemente a mi idealización, a mi memoria, a tu "vos" tan mío que no creo que te reconozcas.
¿Por qué esa falta de reciprocidad? ¿Por qué siempre la balanza está inclinada hacia un lado y jamás en equilibrio? ¿Para qué...?
Me das felicidad...aunque estés lejos, a pesar de ser yo quien te invoque día tras día en mi mente, a pesar de ser la única de los dos quien piensa en cómo sería todo si fuéramos "nosotros".