viernes, agosto 13, 2010

.Camino.

Seguí, aunque las esperanzas se te agoten y las fuerzas se te hayan terminado hace más de lo que podés recordar.
Seguí, aunque dejes de creer en vos mismo, aunque nadie te recuerde que podés hacerlo, aunque nadie te aliente.
Seguí, aunque te digan que no, aunque te digas que no, aunque no sepas qué quieren decirte realmente.
Seguí, encontrá ese valor que te hizo comenzar, recordá cómo te sentías cuando empezaste.
Seguí, no abandones tus sueños, no dejes tu lucha, no mires hacia adelante con cansancio.
Seguí, porque esa voz interior no se va a callar hasta que no logres tu objetivo.
Seguí, porque esa misma voz nunca te dejará de reclamar que no seguiste si decidís parar.
Seguí, aunque llores. Porque el llanto de indignación empieza siendo enojo y termina siendo tristeza.
Seguí, porque el llanto de tristeza se transforma en fuente de fuerzas renovadas.
Seguí, porque con cada paso te fortalecés, crecés, evolucionás...aunque no lo veas.
Seguí, porque si sentís que tenés que llegar, es porque realmente vale la pena intentarlo.